Townscaper para Windows

Videojuego de construcción de ciudades

Townscaper es un videojuego de construcción de ciudades para Windows diseñado por el desarrollador sueco Oskar Stalberg y con el que podrás crear tu propia urbe sobre una isla simplemente haciendo clics con el ratón. Este es uno de los motivos por el que el autor definió su creación como un juguete más que como un juego.

La esencia de la arquitectura de Townscaper tiene su base en tradicionales ciudades escandinavas y libros infantiles, donde colores llamativos como el rojo, el amarillo, el verde o el azul ganan gran protagonismo. Además, este juego independiente no tiene un objetivo concreto, sino simplemente poder disfrutar y deleitarse con la creación de coloridas ciudades imaginarias sobre el mar.

Cómo descargar e instalar Townscaper

Aunque tendrás que realizar varios pasos antes de poder disfrutar de este software, hacerte con Townscaper te resultará bastante sencillo. De hecho, puedes tener acceso a este juego de construcción haciendo clic en cualquiera de los banners de color verde con el texto “Descargar para Windows” que aparecen en la propia página de esta reseña.

Para poder continuar con el proceso de descarga e instalación deberás acceder de la plataforma de videojuegos Steam, crear una nueva cuenta de usuario y descargar la aplicación de dicho sitio en tu ordenador. Una vez completado este paso, ya podrás descargar e instalar Townscaper.

Requisitos técnicos para jugar a Townscaper

Para jugar a Townscaper no deberás contar con un PC demasiado potente, tal y como sucede con otros videojuegos como Grand Theft Auto V o Red Read Redemption II, cuyas exigencias en cuanto a espacio o memoria RAM son bastante elevadas. Al tratarse de juegos mucho más complejos en cuanto a texturas, video y audio, los requerimientos son mucho mayores. 

De hecho, existen títulos que llegan a pesar varios GB, requieren Windows 10 como sistema operativo para funcionar o necesitan de al menos 4 GB de memoria RAM para poder marchar correctamente. Sin embargo, no te vas a encontrar con ninguno de estos problemas en Townscaper.

En este sentido, el título desarrollado por Oskar Stalberg demanda unos requisitos mínimos bastante bajos para actuar con normalidad. De este modo, para que el juego arranque y funcione sin complicaciones los requerimientos técnicos básicos son:

• Sistema operativo: Windows 7
• Memoria RAM: 1 GB
• Espacio en el disco duro: 128 MB

Menú y controles Townscaper

En Townscaper el foco central queda reservado para las construcciones, mientras que los dos menús de herramientas quedan a un lado y otro del cuadro. 

Por un lado, la paleta de colores aparece aparcada en la franja izquierda de la pantalla. Con ella, podrás seleccionar hasta 15 colores de los que pintar cada uno de los bloques o elementos que conformen tus construcciones. Puedes elegir desde un discreto color blanco hasta un rojo brillante, pasando por una gama de verdes, amarillos o azules.

Igualmente, el menú de control está representado en forma de pestaña en la parte superior derecha de la misma. Desde dicho botón podrás realizar acciones como las de guardar tus creaciones, elegir la rejilla, el tamaño, etc. Tanto este último menú como el anterior se pueden ocultar de la pantalla cuando lo creamos conveniente.

Para construir en Townscaper podrás utilizar tanto el ratón como el teclado. En cualquier caso, se trata de unos controles nada complejos y que funcionan de la siguiente forma:

• Clic botón izquierdo: construir o añadir bloques
• Clic botón derecho: destruir o eliminar bloques.
• Arrastrar manteniendo clic botón izquierdo: cambiar la posición de la vista.
• Arrastrar manteniendo clic botón derecho: vista panorámica.
• Rueda: acercar / alejar la vista.
• ALT + clic botón izquierdo: elegir el color del bloque seleccionado.
• Control + Z: deshacer.
• Control + X: rehacer.

Cómo construir en Townscaper

Al contrario que otros títulos como los Sims 3 para Windows, Townscaper cuenta con una mecánica de acción muy simple, una característica que se ha convertido precisamente en una de las más atrayentes de este juego indie. Se trata de construir por construir, sin ningún objetivo en concreto y haciéndolo simplemente por placer o diversión.

Por lo tanto, no tendrás que cumplir con determinadas misiones, como podría suceder en otros juegos para Windows 10, conseguir puntos o intentar ganar dinero para poder comprar materiales con los que realizar las construcciones. Todos estos elementos no tienen ningún peso en Townscaper, cuyas herramientas para erigir nuevas ciudades están activas desde el primer momento. 

Para construir en Townscaper simplemente haz clic en el botón izquierdo de tu ratón. Utiliza el botón derecho del mouse para destruir los elementos que quieras. Así de simple. Sin más complicaciones. En cualquier caso, a pesar de que dicha mecánica resulta bastante simplista, los resultados que irán apareciendo sobre la pantalla te sorprenderán.

Partiendo desde una base preestablecida, normalmente en forma de isla, podrás ir combinando “bloques” unos sobre otros para crear prácticamente de la nada tu nueva urbe. En este sentido, el algoritmo que rige Townscaper se encargará que con cada clic se generen de forma automática piezas de forma lógica que irán completando el puzle de tu ciudad.

Cuando hablamos de piezas nos referimos a bloques rudimentarios como los de Minecraft, si no a los elementos con un carácter artístico habituales en las ciudades nórdicas en las que se inspiró el autor, como por ejemplo: puertas, ventanas, escaleras, terrazas, caminos, puentes, jardines, tendederos, barandillas, miradores, bancos, arcos y mucho más.

Silencio, se construye

Townscaper es un juego de construcción simple pero adictivo y relajante compatible con ordenadores con el sistema operativo Windows. Este software te permitirá crear coloridas e idílicas ciudades partiendo de una base prácticamente vacía, con el mar en la parte inferior y el cielo en la superior, y con la imaginación como tu único límite.

Con Townscaper podrás crear cada una de tus construcciones a través de simples clics de ratón, pudiendo suprimir aquellos elementos que no te atraigan mediante esa misma acción. Todo ello sin tener la obligación de cumplir misiones, sin límites de tiempo, sin restricciones de recursos y con la máxima libertad de erigir algo nuevo disfrutando relajadamente del proceso y del resultado.